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Ser Empresa B: un superpoder para cambiar el mundo

Ser una Empresa B certificada es como ser un superhéroe y contar con un superpoder especial que ayuda al mundo. Las empresas B somos empresas que, además de nuestra razón de ser, estamos convencidos de que podemos hacer cosas buenas por las personas y el planeta.

Vamos a hacer un ejercicio…Imagin que tenés una empresa de juguetes. Si quisieras ser una empresa B certificada, tendrías que hacer varias cosas importantes, por ejemplo:

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  1. Producir juguetes seguros y de calidad. Esto significa que tus juguetes no deben lastimar a nadie y deben durar mucho tiempo para que los niños puedan disfrutarlos por mucho tiempo.

  2. Tomar medidas y acciones para proteger el medio ambiente durante el proceso de creación de los juguetes.

  3. Utilizar materiales reciclables, entre otras tantas cosas.

Comenzar este camino, con gran convicción, nos llevó a realizar un cambio profundo en nuestra visión empresarial, buscando un nuevo sentido al concepto que teníamos de “éxito”. Para nosotros, el éxito no implica únicamente el rendimiento económico, sino asumir la responsabilidad por el impacto que generemos en el medio ambiente y en la comunidad. Significa ser conscientes y comprometernos a tomar decisiones y acciones responsables en cada paso que damos, basando nuestro accionar en prácticas sostenibles.
Tomar la sostenibilidad como eje de nuestra cultura organizacional nos llevó a solicitar la Certificación como Empresa B en diciembre de 2021.

Nuestro enfoque hacia el éxito hoy está centrado en considerar los aspectos sociales, ambientales y económicos en cada una de nuestras acciones. Esto se conoce como triple impacto.

Pero eso no es todo. También tuvimos que hacer cambios internos significativos para proteger el propósito de nuestra empresa. Modificamos estatutos  para  garantizar  que  reflejen nuestro compromiso con la sostenibilidad y sean coherentes con los principios de la Empresa B.

Además, hemos puesto un fuerte énfasis en nuestro capital humano, ya que reconocemos que son el motor fundamental de nuestro éxito. Nos esforzamos por mejorar la cultura empresarial día a día, creando un ambiente colaborativo y protegiendo los derechos laborales e individuales de todos.

Obtener la certificación de Empresa B ha sido un proceso en el que hemos sido evaluados por B Lab, una organización que garantiza que nuestras prácticas, políticas y modelos de negocio estén alineados con el compromiso de triple impacto. Esta certificación demuestra nuestro compromiso con la transparencia y con hacer negocios de una manera que tenga un impacto positivo en el mundo.

Hoy formamos parte del maravilloso Movimiento B, que día a día crece con empresas de Latinoamérica y el mundo. Como decíamos, ser una Empresa B es ser un superhéroe con un poder gigante. Cada empresa es un Superman, un Spiderman, un Batman, un Flash, una Wonder Woman, un Thor… Todos diferentes, con poderes diversos, que a pesar de no ser perfectos deciden unirse para trabajar en una economía más justa, equitativa y regenerativa para las personas y el planeta.

Lilian Rizzi.

Responsable Equipo Control de Gestión

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Plan “B”

En diciembre, después de dos años, viajé en avión, una actividad habitual en mi trabajo antes de que comenzara la pandemia. A la hora de volver, no logré encontrar lugar en el vuelo que necesitaba y que encajaba con mi agenda, lo cual me obligó a quedarme una noche en la ciudad que estaba visitando.


Así fue como recordé que por más que estuviera acostumbrada a viajar, me tocaba a menudo tener vuelos reprogramados o cancelados a última hora, que me llevaban también a reprogramar las visitas a clientes. Fueron horas de espera que me ayudaron a desarrollar mi paciencia, y a darme cuenta de que siempre es una buena idea contar con un plan “B”.

Existen muchas empresas que tienen procesos de gestión ágiles en el área de ventas, recursos suficientes para capacitar a sus estructuras, números favorables a fin de mes, pero a las cuales les sucede que, en algún momento al desestabilizarse la estructura, no tienen nada programado. ¡Es como perder el vuelo en el cual viajás con tu jefe, él preguntándote dónde estás, y vos sin un plan “B”! Cosa que me pasó en mi primer viaje como colaboradora en Desol.

Mi tarea y la del equipo del cual formo parte es diseñar estrategias que nos permitan acompañar a los clientes en el desarrollo y gestión de sus operaciones como si fuéramos uno más en su estructura de trabajo diaria, siempre pensando alternativas.

¿Cómo hacemos? 

Por ejemplo, si el negocio del nuestro cliente es la venta, y tiene el producto, tiene los recursos humanos, e incluso las bases de los potenciales compradores, pero necesita optimizar al máximo cada uno de estos recursos, ahí estaremos nosotros. Generamos un ciclo de mesas de trabajo en las que todo el equipo de ECG participa del rediseño y optimización del proceso en cuestión. Son momentos para calibrar y asignar metodologías, revisar la parte técnica, armar y rever material de apoyo, planificar webinarios, y guionar cada paso como si se tratara de una obra maestra de teatro, y hasta seleccionamos la música para la puesta en escena. Finalmente, se presenta el resultado al público específico que lo requerirá, que en este caso y retomando nuestro ejemplo del principio, sería la fuerza de venta.

Lorena Borello, Lilian Rizzi y Christian Lutri, algunos de los integrantes del equipo de ECG.

Como decimos siempre en ECG, nuestro deber es potenciar los mandos medios de nuestros clientes, creando espacios colaborativos pensados para apartarlos por un momento de la realidad operativa diaria, y que puedan situarse en otros escenarios que permitan la creación de nuevas estrategias para alcanzar los objetivos y lograr impulsar el negocio.

Lilian Rizzi.

Responsable Equipo Control de Gestión

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