CAPÍTULO II: La Fortaleza de Masada
Como les conté en el capítulo I, viajamos a Israel junto a Innovation Experience y un excelente grupo de personas. En nuestro recorrido alternamos trabajo y cultura, visitamos lugares con miles de años de historia, y también conocimos empresas tan innovadoras que sus proyectos sorprenden al mundo.
El Muro de los Lamentos, la Iglesia del Santo Sepulcro, el desierto, Masada y el Mar Muerto son algunos de los lugares que alberga Israel, y cada uno nos cuenta una historia. Hoy me detendré brevemente sobre Masada, el último Bastión Judío.
Avanzados sistemas subterráneos para almacenamiento de agua de lluvia y enormes despensas para depósito de alimentos permitían a sus habitantes permanecer aislados y sin contacto con el exterior durante meses. Esto fue clave a la hora de resistir el asedio romano.
Durante meses, el ejército Romano construyó terraplenes sobre el lado occidental, ya que el acceso a Masada en aquel entonces, y que todavía existe, sólo era posible por un escarpado y estrecho camino en zigzag conocido como el camino de la serpiente y que toma aproximadamente una hora desde su base hasta el ingreso a Masada. Lo más terrible de esta historia fue cómo los ocupantes de Masada decidieron dar fin a sus vidas cuando la derrota era inminente y prefirieron morir antes que ser esclavizados por su enemigo.
El suicidio como tal es denostado por las leyes del judaísmo, por lo que tomaron la decisión de que cada hombre mataría a su familia y luego todos ellos serían muertos por diez de ellos. Al final, de estos diez, uno de ellos designado por sorteo sería quien daría muerte a los restantes.
Toda esta historia es conocida por el relato de una anciana, que sobrevivió oculta y fue quien reveló el trágico final de los ocupantes de Masada. Ante tal acto de valentía del pueblo, la vida de la anciana fue perdonada por los invasores.
Cada rincón de Israel nos cuenta historias y cada paso nos hace reflexionar sobre los hechos que ocurrieron en Tierra Santa. Es sorprendente la manera en la cual una región pequeña en tamaño puede ser tan rica en espíritu y en la importancia histórica de los hechos allí sucedidos para la humanidad.
Luego del paso por Masada, estuvimos en el Mar Muerto, visitamos el Museo del Holocausto y también conocimos el kibutz Hatzerim, fundador de la empresa Netafim (inventores del riego por goteo), que fue vendida en 2018 por USD 1.900.000.000 (sí, 1.900 millones de dólares).
Pero ésta es ya otra historia, que te contaré en el capítulo que sigue.
Daniel.
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